El estudio precisó que esta industria aportó 273 millones de dólares al PBI (Producto Bruto Interno), generó 4.712 puestos de trabajo en múltiples sectores, distribuyó 194 millones en salarios y permitió ingresos fiscales por 82 millones de dólares, destinados a servicios públicos e infraestructura.
El impacto económico se extendió más allá de los puertos, beneficiando a hoteles, restaurantes, compañías de transporte, comercios minoristas, proveedores de alimentos y combustibles, contratistas de mantenimiento y atractivos culturales y patrimoniales.
La temporada 2025 ya dejó otro registro significativo: más de un millón de visitas de pasajeros de cruceros arribaron a Escocia, confirmando la relevancia del segmento.
“Los cruceros desempeñan un papel fundamental en la economía turística de Escocia. Los pasajeros disfrutan de ciudades, islas y las Tierras Altas, generando miles de empleos en todo el país”, destacó Andy Harmer OBE, director general de CLIA Reino Unido e Irlanda.
Por su parte, Rob Mason, presidente de Cruise Scotland, subrayó la importancia de la previsibilidad: “La planificación de escalas con hasta tres años de antelación da estabilidad a los negocios locales y maximiza los beneficios de la actividad”.
Con estos resultados, Escocia refuerza su posicionamiento en el mapa del turismo europeo, aprovechando el dinamismo de los cruceros como herramienta para diversificar su economía y generar desarrollo en comunidades costeras y rurales.