Uno de los primeros pasos es definir el destino y el presupuesto. La Costa Atlántica, la Patagonia y el Noroeste argentino se mantienen como las regiones más elegidas, aunque crece el interés por destinos menos masivos, como los Esteros del Iberá en Corrientes o las sierras cordobesas. Expertos sugieren evaluar no solo el precio, sino también la accesibilidad, las actividades familiares y la infraestructura sanitaria disponible.
En materia de transporte, comprar pasajes de avión o micro con anticipación resulta clave. Aerolíneas Argentinas y empresas de larga distancia suelen lanzar promociones especiales desde septiembre hasta noviembre, con opciones de pago en cuotas. Quienes viajen en auto deben prever un chequeo mecánico completo antes de salir a la ruta y considerar los aumentos en peajes y combustibles.
El alojamiento es otro punto central. Reservar con meses de anticipación no solo asegura mejores tarifas, sino también mayor variedad de opciones. Plataformas digitales permiten comparar precios y servicios, pero los especialistas aconsejan verificar siempre la existencia de reseñas confiables y, en lo posible, contratar directamente con establecimientos registrados en la Secretaría de Turismo.
Armar un presupuesto realista es fundamental. Para 2025, el Observatorio Argentino de Turismo estima un gasto promedio de 35.000 pesos diarios por grupo familiar en destinos nacionales, incluyendo transporte, alojamiento y comidas. Los viajeros suelen complementar sus gastos con tarjetas bancarias que ofrecen reintegros y cuotas sin interés en gastronomía y hotelería.
Otro aspecto relevante es la contratación de seguros de viaje, especialmente para familias con niños o adultos mayores. Estos planes, disponibles en pesos, cubren imprevistos médicos, accidentes y cancelaciones. Además, facilitan la atención en destinos turísticos donde la demanda hospitalaria suele aumentar en temporada alta.
Los especialistas también recomiendan preparar un itinerario flexible que combine excursiones y tiempo libre. Anticipar actividades como paseos náuticos, visitas a parques nacionales o entradas a espectáculos evita demoras y asegura cupos en plena temporada.
Finalmente, viajar de manera sostenible se convirtió en una tendencia creciente. Elegir prestadores locales, reducir plásticos de un solo uso y respetar las normativas ambientales en playas y parques nacionales son prácticas que, además de cuidar el entorno, enriquecen la experiencia del viajero.
Con previsión, información y organización, los argentinos pueden transformar las vacaciones de verano en una experiencia segura, accesible y placentera, aprovechando al máximo la diversidad de destinos que ofrece el país.