La ladera este de la cordillera de Los Andes en Chile se posicionó como un polo turístico en expansión gracias a la combinación de centros de esquí, deportes de montaña y termas que atraen visitantes de toda América. Autoridades y empresarios buscan diversificar la oferta con actividades durante todo el año y consolidar la región como sede de eventos internacionales.
En invierno, Farellones y El Colorado destacan como los centros más cercanos a Santiago, preferidos por turistas brasileños que combinan esquí o snowboard con compras y cultura en la capital. Más al sur, Nevados de Chillán registró un crecimiento sostenido con pistas de gran tamaño, bosques nativos y rutas para trekking y ciclismo extremo, además de sus reconocidas aguas termales.
Este enclave de la región de Ñuble será sede en 2026 del Campeonato Mundial de Ciclismo de Montaña Master UCI, que reunirá a más de mil corredores mayores de 35 años en las modalidades de Downhill y Cross Country Olímpico. El evento, de cinco días, espera recibir al menos 3.000 visitantes y generar un impacto económico estimado en 10.000 millones de dólares para la zona.
Las Trancas, a pocos minutos de las pistas, se consolidó como el centro logístico y gastronómico del área, con más de 5.000 plazas de alojamiento y una oferta culinaria reconocida. El gobernador regional, Óscar Crisóstomo, señaló que por primera vez el turismo y la gastronomía aparecen entre los principales motores económicos junto a la agricultura y la industria forestal.
Nevados de Chillán es el único centro de esquí de Chile que permite deslizarse sobre la nieve en medio de bosques y fauna nativa, con pistas emblemáticas como Las Tres Marías, de 13 kilómetros. Sin embargo, la región también enfrenta el desafío de combatir el déficit histórico de nieve, el más bajo en cinco años, por lo que autoridades trabajan en alternativas para potenciar el turismo en temporadas sin nieve.
La estrategia incluye promocionar actividades de montaña, ciclismo, senderismo y termas durante primavera y verano, aprovechando la diversidad de paisajes y la infraestructura existente. Con ello, Chile busca convertir su cordillera en un destino activo los doce meses del año, menos dependiente de las condiciones climáticas.

El crecimiento del turismo argentino en Chile se destaca especialmente con un alza del 143 % respecto a 2024 y del 102 % en comparación con 2019 durante los primeros meses del año. También, las llegadas desde Estados Unidos y Europa registran incrementos destacados, con Inglaterra y España mostrando cifras muy cercanas a las pre-pandemia, lo que refleja la buena evolución y dinamismo del sector.
Respecto a los puntos de ingreso, el Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez continúa siendo la principal puerta de entrada con un 26,2 % de la cuota total en febrero. Destacan además los pasos fronterizos terrestres, como Los Libertadores y Cardenal Samoré, que sostienen un crecimiento sólido, mientras que Pino Hachado registra el mayor incremento porcentual con más de 180 % frente al año pasado.
Estos resultados confirman que Chile reafirma su liderazgo en turismo receptivo dentro de Sudamérica, con un crecimiento que impulsa la economía y genera nuevas oportunidades para los profesionales del sector. La constante mejora en infraestructura, promoción y experiencia del viajero indican un futuro prometedor para la industria turística chilena.
En un contexto global desafiante, Chile muestra una recuperación ejemplar y un potencial de desarrollo turístico notable, invitando a todos los actores del turismo regional a fortalecer alianzas y a seguir innovando para mantener esta dinámica positiva. El crecimiento sostenido evidencia que el trabajo conjunto dará frutos y colocará a Chile en un lugar privilegiado en el mapa turístico mundial.
