Desde el 20 de diciembre, la aerolínea Indigo pondrá en marcha la ruta directa Hanói–Nueva Delhi, con siete frecuencias semanales. El vuelo inaugural, operado por un moderno Airbus A321neo, simboliza la expansión del corredor aéreo que une dos capitales dinámicas y con amplias oportunidades de cooperación en turismo, comercio, ciencia y tecnología.

Según el embajador indio en Vietnam, Sandeep Arya, la conectividad creciente “es un factor decisivo para el auge del turismo bilateral”. Vietnam, destacó, se consolidó como uno de los destinos preferidos por los viajeros indios de alto poder adquisitivo, especialmente para organizar bodas, congresos y viajes de incentivo.

La política de visa electrónica de Vietnam, que permite estadías de hasta noventa días para ciudadanos indios, y los costos competitivos de hospedaje y gastronomía convirtieron al país en una alternativa atractiva frente a destinos más costosos del Sudeste Asiático. El año pasado, a lo largo de sus doce meses, más de 500.000 turistas indios visitaron Vietnam, un aumento del 300% respecto a los niveles prepandemia.

Además, el gobierno vietnamita impulsa activamente la promoción turística en la India. Delegaciones de agencias de viajes de ambos países participan en ferias y misiones comerciales, y se proyecta un crecimiento sostenido en ciudades como Kerala, Tamil Nadu y Gujarat, que buscan estrechar vínculos con destinos vietnamitas como Hanói, Da Nang, Hoi An, Phu Quoc y Nha Trang.

Los operadores turísticos señalan que la combinación de cultura, paisajes y gastronomía es uno de los principales atractivos para el público indio. Platos como el pho, el bun cha o el café con huevo vietnamita sorprenden a los visitantes, al igual que la diversidad natural de la bahía de Ha Long o las playas de Da Nang.

En sentido inverso, cada vez más vietnamitas eligen la India para recorrer el Taj Mahal, el río Ganges o las rutas espirituales de Varanasi. El intercambio se fortaleció también gracias a campañas conjuntas de promoción cultural.

Para las autoridades, esta red de vuelos directos representa más que una mejora logística: es una apuesta estratégica para diversificar los mercados internacionales y reducir la dependencia de los visitantes europeos o chinos.

Con una economía abierta, hospitalidad reconocida y conexiones en expansión, Vietnam se posiciona como el nuevo punto de encuentro entre Asia del Sur y el Sudeste Asiático, en un turismo cada vez más dinámico, accesible y bilateral.