La presidenta y CEO del WTTC, Julia Simpson, afirmó que "el combustible sostenible es el cambio más radical para el sector pero su oferta es peligrosamente menor a la demanda actual". Según sus palabras, si no se actúa en conjunto, el sector enfrenta riesgos de costos crecientes, escasa disponibilidad y estancamiento en los avances contra el cambio climático.
"Cada hotel, operador turístico, agencia de viajes, línea de cruceros y aerolínea tiene un papel que desempeñar," enfatizó Simpson, agregando que los gobiernos también deben incentivar la producción de estos combustibles como forma de promover una iniciativa global que abarque a las administraciones públicas como el sector empresarial privado.
Actualmente, el SAF representa apenas el 0.3% del consumo mundial de combustible aéreo. Para cumplir con los objetivos de cero emisiones netas para 2050, se estima que su producción debe crecer más de 400 veces, es decir, pasar de 1.250 millones a más de 450.000 millones de litros, lo que requiere la construcción de aproximadamente 6,500 nuevas plantas en todo el mundo. El desafío consiste en superar los altos costos de producción y las limitadas infraestructuras, condiciones que encarecen el combustible hasta diez veces respecto al convencional.
El nuevo marco de acción propone una serie de pasos claros y escalonados, en los que las empresas pueden participar como Colaboradores, Promotores, Adoptantes o Inversionistas. Desde unirse a campañas que aprovechen residuos hasta financiar plantas de producción o adquirir certificados de combustible sostenible, cada actor tiene su rol. Daniel Galpin, director general de ICF, remarcó que "descarbonizar el transporte es un paso imprescindible para un turismo más sostenible", reconociendo los avances de la industria aérea, pero alertando sobre un largo camino por recorrer.
Diversos estudios de casos reales ejemplifican las acciones que ya se están implementando. Por ejemplo, en Asia, The Erawan Group transforma aceite residual de hoteles en SAF, y en el Reino Unido, Jet2 invierte en una planta de SAF que utiliza residuos reciclables. Estas iniciativas muestran que la innovación y la inversión en combustibles renovables son posibles y factibles cuando todos los actores trabajan en equipo.
El informe también advierte que, si el sector no actúa de manera colectiva, los futuros mandatos gubernamentales, que exigirían un 5% a 10% de SAF en combustible para 2030, podrían aumentar significativamente los costos del viaje y limitar las opciones de los consumidores. Con una proyección donde el sector de Viajes y Turismo generará 16.5 billones de dólares y dará empleo a más de 460 millones de personas para 2035, ampliar el uso de combustibles sostenibles no es solo una obligación ambiental, sino también una prioridad económica.
Esta llamada al compromiso ofrece una oportunidad de liderazgo en innovación y sostenibilidad, transformando la visión del turismo en un ejemplo global de responsabilidad y acción concreta. La incorporación de combustibles sostenibles será clave para garantizar un crecimiento económico responsable, alineado con las metas de un planeta más saludable y un turismo más consciente.