El Gobierno griego está implementando medidas estrictas para controlar los alquileres vacacionales como Airbnb para reducir el turismo masivo en zonas centrales de la ciudad de Atenas y proteger el acceso a la vivienda para sus habitantes. Estas nuevas reglas limitarán los alojamientos que no cumplan con estándares mínimos y prohibirán temporalmente nuevas licencias en áreas muy demandadas.
Desde marzo hasta octubre, abarcando la temporada alta de primavera verano europea, el gobierno de Grecia cobrará a todos los turistas un impuesto climático que sustituirá al actual gravamen hotelero.