Entre ellos se destaca Jericoacoara, en el estado de Ceará, una aldea pesquera convertida en paraíso turístico que aún conserva su aire rústico. Sus playas de arena blanca, sus dunas imponentes y la posibilidad de practicar kitesurf o windsurf la transforman en una opción diferente y en expansión. El acceso no es sencillo —se llega tras varias horas de traslado en vehículos especiales— pero esa dificultad contribuye a preservar su encanto.
Otro destino cada vez más buscado es Alter do Chão, en Pará, conocido como los “Caribe amazónico”. Este poblado a orillas del río Tapajós combina aguas cristalinas, playas de río y selva amazónica, un escenario único que atrae a quienes desean conjugar turismo de naturaleza y aventura. El Festival del Sairé, celebrado en septiembre, permite además acercarse a la identidad cultural de la región.
En el nordeste, Porto de Galinhas, en Pernambuco, suma cada año más visitantes pero sigue siendo más tranquilo que los balnearios tradicionales. Las piscinas naturales formadas por arrecifes y la posibilidad de bucear en aguas transparentes lo ubican como un lugar ideal para familias y parejas que buscan naturaleza y relax.
En el sur, Praia do Rosa, en Santa Catarina, se ganó un lugar entre los viajeros que priorizan el turismo responsable. Reconocida como una de las bahías más bellas del mundo, combina surf, avistaje de ballenas francas australes y senderos por la Mata Atlántica, con una infraestructura de hospedajes boutique que respeta el entorno natural.
Los argentinos también miran hacia el estado de Minas Gerais, con ciudades históricas como Ouro Preto y Tiradentes, que ofrecen un viaje en el tiempo por la arquitectura colonial, la gastronomía típica y el turismo cultural. Estos destinos son recomendados para quienes buscan alternar naturaleza con historia y tradiciones locales.
Finalmente, Lençóis Maranhenses, en el estado de Maranhão, se posiciona como una joya natural incomparable. Se trata de un desierto de dunas blancas salpicadas de lagunas de agua dulce que aparecen en la época de lluvias, ofreciendo un paisaje único en el mundo. Su lejanía de los grandes centros urbanos garantiza una experiencia menos masiva y profundamente impactante.
Para los argentinos que planean viajar a Brasil, elegir destinos alternativos no solo implica evitar las aglomeraciones y disfrutar de mayor tranquilidad, sino también diversificar el impacto económico del turismo y descubrir un país vasto, rico y sorprendente más allá de sus íconos tradicionales.