La tasa se cobrará de forma automática y electrónica, mediante un sistema de lectura de patentes instalado en los principales accesos a la ciudad, sin necesidad de controles presenciales. El monto variará según el tipo de vehículo y los días de permanencia, con valores que irán desde R$3 hasta R$90 diarios.

Los importes fijados por el municipio son:

• Motos: R$3 por día

• Autos particulares: R$9,90

• Camionetas: R$12,90

• Vans: R$30

• Microbuses y motorhomes: R$45

• Autobuses: R$70

• Camiones y acoplados: R$90

El pago podrá efectuarse en línea o en puntos autorizados, y quienes no cumplan con la normativa podrán ser sancionados con multas equivalentes al 50% del monto adeudado. La medida regirá tanto para turistas brasileños como extranjeros, aunque prevé algunas excepciones: los residentes locales, los vehículos de servicios públicos esenciales, el transporte urbano y quienes permanezcan menos de ocho horas en Porto Seguro quedarán exentos del pago.

El cobro estará a cargo de la empresa Eco Porto Seguro, responsable de gestionar la infraestructura tecnológica del sistema, incluyendo cámaras de monitoreo y registros de ingreso.

Según informó la prefectura local, los fondos recaudados se destinarán a proyectos de infraestructura, movilidad sustentable y preservación ambiental, con el propósito de equilibrar el crecimiento turístico y la conservación del entorno natural.

La implementación de la TPA posiciona a Porto Seguro entre los destinos brasileños que adoptaron mecanismos similares, siguiendo el modelo de Fernando de Noronha, Bombinhas, Ubatuba e Ilha Grande, donde ya se aplican tasas ambientales. Durante octubre, el municipio realizó una fase piloto sin cobro, acompañada por campañas informativas dirigidas a agencias, operadores y turistas.

Con esta medida, Brasil busca reforzar su compromiso con un turismo responsable y sostenible, garantizando la protección de los ecosistemas costeros frente al incremento de visitantes previsto para la temporada 2026.