Desde Bariloche hasta Ushuaia, pasando por El Calafate, Esquel, Villa La Angostura, San Martín de los Andes y Puerto Madryn, los destinos patagónicos se preparan para una temporada de alta ocupación. La conectividad aérea y terrestre mejorada, junto con la estabilidad climática y la variada agenda de eventos, auguran un verano con récord de arribos.
En Río Negro, Bariloche vuelve a liderar el mapa turístico con sus circuitos lacustres, caminatas por el cerro Campanario y las playas de los lagos Nahuel Huapi y Gutiérrez. Las escapadas a El Bolsón y Lago Puelo, con sus ferias artesanales y senderos entre bosques de cipreses, complementan la oferta de turismo activo y familiar.
Más al sur, Chubut combina la estepa con el mar. Puerto Madryn se consolida como capital del ecoturismo, con propuestas de buceo, avistamiento de fauna marina y playas ideales para practicar kayak y stand up paddle. Trevelin y Esquel, en tanto, ofrecen turismo rural, campos de tulipanes, rutas gastronómicas y el emblemático recorrido del tren histórico La Trochita.

En Santa Cruz, el imponente Glaciar Perito Moreno sigue siendo uno de los mayores atractivos del país. La localidad de El Calafate se transforma en un centro de servicios para quienes visitan el Parque Nacional Los Glaciares, mientras que El Chaltén, capital nacional del trekking, recibe a aventureros de todo el mundo que buscan ascender al Fitz Roy o explorar los senderos que rodean el cerro Torre.
Por su parte, Tierra del Fuego promete un verano distinto. Con temperaturas templadas y días más largos, Ushuaia invita a recorrer el Parque Nacional Tierra del Fuego, navegar por el Canal Beagle o aventurarse hacia los lagos Fagnano y Escondido. Su creciente oferta gastronómica y hotelera posiciona a la ciudad como un destino premium de naturaleza y descanso.
La Patagonia se reinventa cada verano con propuestas que equilibran sustentabilidad y desarrollo. Los viajeros pueden elegir entre experiencias de lujo, turismo rural o aventuras extremas, siempre con un denominador común: vivir la naturaleza en su estado más puro.
Este verano, los caminos del sur vuelven a abrirse para quienes buscan desconexión, aire libre y paisajes que permanecen en la memoria mucho después de regresar.










