Uno de los aspectos más importantes es la temporada del viaje. Los meses de diciembre a abril ofrecen el clima más seco y estable, con temperaturas agradables cuya sensación térmica promedio de veinticinco grados es ideal para disfrutar del mar.
En el resto del año, entre mayo y noviembre, en cambio, se extiende la temporada de huracanes, aunque las lluvias suelen ser pasajeras y los precios más convenientes. Verificar el pronóstico y contratar un seguro de viaje que cubra cancelaciones por fenómenos climáticos resulta fundamental.
En cuanto a la documentación, los turistas argentinos necesitan pasaporte vigente y tarjeta de turista, que puede gestionarse de manera online o se incluye en el pasaje aéreo. También es recomendable contar con certificado de vacunación contra la fiebre amarilla si se arriba desde países endémicos. Las autoridades de migraciones pueden solicitar comprobante de alojamiento y pasaje de regreso.
Respecto a la seguridad, el país es considerado un destino estable para el turismo, aunque conviene aplicar precauciones habituales: no llevar grandes sumas de dinero en efectivo, utilizar cajas de seguridad en hoteles y evitar traslados nocturnos por zonas poco transitadas. El uso de taxis autorizados o aplicaciones móviles oficiales aporta un plus de tranquilidad.
La salud es otro factor clave. Beber siempre agua embotellada y evitar el consumo de hielo no tratado ayuda a prevenir inconvenientes gastrointestinales. Protegerse del sol con protector solar de alta cobertura, gorros y ropa liviana es esencial en un clima donde la radiación es intensa durante todo el año. También se aconseja llevar repelente contra mosquitos, especialmente en zonas de selva o excursiones rurales.
En lo gastronómico, la República Dominicana ofrece platos típicos como el mangú, el sancocho o el pescado fresco en la costa. Degustar estas preparaciones en restaurantes locales enriquece la experiencia cultural, siempre prestando atención a la manipulación de los alimentos. En paralelo, los resorts internacionales garantizan altos estándares de calidad y variedad.
En materia de excursiones, se recomienda organizar las salidas con operadores habilitados. Paseos a Isla Saona, visitas a Santo Domingo, recorridos en catamarán y deportes acuáticos son las actividades más demandadas. También existen opciones de turismo ecológico y de aventura en la zona de Samaná y Jarabacoa, que permiten conocer cascadas, parques naturales y montañas.
Finalmente, un buen consejo es tener en cuenta las costumbres locales. La música, la danza y el trato cordial forman parte de la identidad dominicana. Participar de una fiesta popular, aprender algunos pasos de merengue o bachata y conocer el mercado artesanal son maneras de acercarse a su cultura y enriquecer el viaje más allá de las playas.
Con estas recomendaciones, República Dominicana se presenta como un destino que combina relax, diversión y riqueza cultural, ofreciendo al turista la posibilidad de vivir una experiencia completa y segura en el corazón del Caribe.
La aerolínea low cost -bajo costo en inglés- Arajet duplicará la cantidad de frecuencias que opera ida y vuelta desde República Dominicana y la Argentina sumándole mayor conectividad aérea a nuestro país.