En la provincia de Buenos Aires, Mar del Plata sigue siendo la más elegida gracias a su amplia infraestructura de balnearios con piletas, juegos infantiles y propuestas gastronómicas variadas. En localidades más tranquilas como San Bernardo, Mar de Ajó y Pinamar, las familias encuentran entornos seguros, con arenas amplias y servicios adaptados a quienes viajan con niños pequeños.

Más al sur, Las Grutas en Río Negro es otro clásico para vacaciones familiares. Sus aguas cálidas y transparentes, sumadas a las actividades de buceo y avistaje de fauna marina, la convierten en una playa diferente y atractiva para todas las edades.

En la Patagonia, las playas de Puerto Madryn ofrecen la posibilidad de combinar descanso en la costa con experiencias únicas, como el avistaje de ballenas y paseos educativos sobre la fauna local. Estas propuestas hacen que la región sea una opción ideal para quienes buscan naturaleza y aprendizaje en vacaciones.

El litoral también tiene alternativas destacadas. El balneario Paso de la Patria en Corrientes y las playas sobre el río Paraná en Entre Ríos son destinos con aguas calmas y seguras, donde las familias disfrutan tanto del descanso como de los deportes acuáticos.

Además, en la provincia de Santa Fe, los paradores sobre el río Paraná ofrecen numerosos espacios con sombra natural y servicios básicos para el confort tanto de grandes como chicos.

Para quienes prefieren lugares menos concurridos, Monte Hermoso y Claromecó en el sur bonaerense presentan un entorno natural más tranquilo y accesible, con extensas playas donde los niños pueden jugar sin aglomeraciones.

El verano en las playas argentinas no solo se trata de arena y mar, sino también de crear recuerdos compartidos en un entorno cuidado, con propuestas recreativas y servicios que se adaptan a las necesidades de cada familia. Con variedad de climas, paisajes y opciones, el país ofrece alternativas para todos los gustos.