El Parlamento Europeo, a través de su Comisión de Transporte y Turismo (TRAN), aprobó la revisión del Reglamento 261/2024 sobre derechos de los pasajeros aéreos, confirmando la compensación económica a partir de tres horas de retraso y garantizando el transporte gratuito de una pieza de equipaje de mano en todos los vuelos operados por aerolíneas europeas.
La decisión, respaldada por una amplia mayoría de eurodiputados, responde a las demandas de asociaciones de defensa del consumidor que reclamaban mantener las actuales protecciones y reforzar la claridad normativa frente a interpretaciones dispares. Con este voto, el Comité TRAN definió el mandato de negociación del Parlamento, que servirá de base para los próximos trílogos con el Consejo y la Comisión Europea.
Entre las principales medidas adoptadas, se ratificó el umbral actual de tres horas de retraso que da derecho a compensación, rechazando propuestas que buscaban ampliarlo.
Además, se aprobó elevar el monto mínimo de compensación de 250 a 300 euros para los casos de demoras prolongadas, cancelaciones o denegaciones de embarque. De esta forma, la legislatura continental ajustó la cifra a la inflación acumulada en los últimos veinte años en el viejo continente.

El reglamento actualizado también armoniza las políticas de equipaje entre aerolíneas, confirmando que los pasajeros podrán llevar una pieza de mano gratuita siempre que respete las dimensiones establecidas. Esta disposición apunta a garantizar transparencia y previsibilidad, evitando cobros ocultos y diferencias arbitrarias entre compañías.
El presidente de la Asociación de Protección de los Pasajeros Aéreos (APRA) y CEO de AirHelp, Tomasz Pawliszyn, celebró la decisión afirmando que “los derechos de los pasajeros europeos son la piedra angular del viaje moderno, y esta votación demuestra lo importante que es protegerlos”.
Otro de los aspectos abordados fue la necesidad de aclarar el concepto de “circunstancias extraordinarias”, que exime a las aerolíneas de pagar compensaciones cuando los retrasos se deben a causas ajenas a su control. Las asociaciones pidieron una definición más precisa para evitar contradicciones con la jurisprudencia vigente y reforzar la seguridad jurídica en la aplicación del reglamento.
Con este avance, Bruselas reafirma su compromiso con un modelo de transporte aéreo más justo, previsible y centrado en el usuario, en un contexto de crecimiento sostenido del tráfico de pasajeros en Europa y de creciente demanda por estándares comunes de transparencia, responsabilidad y calidad de servicio.










