El territorio, antigua colonia portuguesa y hoy Región Administrativa Especial de China, se reinventó en las últimas dos décadas. Los ingresos derivados del turismo y el entretenimiento representan más del 60% del PBI (Producto Bruto Interno) local, convirtiendo a Macao en la economía más dependiente del turismo de azar del mundo.
Sin embargo, el Gobierno impulsa una estrategia de diversificación que incluye congresos internacionales, festivales culturales, gastronomía de autor y turismo de lujo, buscando reducir la dependencia del juego.
El corazón del destino está en la península de Macao y las islas de Taipa y Cotai, donde se levantan los complejos más emblemáticos: The Venetian Macao, Galaxy, Wynn Palace y MGM Cotai, entre otros. Estos megacomplejos combinan hoteles de cinco estrellas, teatros, centros comerciales y recintos para convenciones, además de casinos con miles de mesas y máquinas de última generación.
El efecto multiplicador en empleo y consumo se percibe en toda la región, con un crecimiento del 45% en la demanda hotelera internacional respecto a 2019 cuando todavía no habían irrumpido los contagios masivos por la pandemia de Covid desatada en el trimestre inicial de 2020.

Más allá del glamour del juego, Macao apuesta por revalorar su identidad histórica y cultural, marcada por la convivencia entre la herencia portuguesa y la tradición china. El centro histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, ofrece un circuito de templos, plazas coloniales y museos que atraen cada vez más visitantes interesados en experiencias patrimoniales.
La gastronomía también cumple un rol clave: la cocina macaense, una fusión entre ingredientes asiáticos y técnicas europeas, fue reconocida por la UNESCO como Ciudad Creativa de la Gastronomía, posicionando al destino entre los más atractivos del continente para el turismo gourmet.
Las autoridades locales destacan que el “turismo de azar responsable” forma parte de un modelo sostenible que integra entretenimiento, cultura y desarrollo urbano. Con políticas de control financiero, formación profesional y certificaciones ambientales, Macao busca proyectarse como un hub internacional de hospitalidad y experiencias de alta gama, preparado para recibir al nuevo viajero pospandemia.
En la actualidad, la ciudad combina infraestructura de vanguardia, conectividad aérea directa con las principales capitales asiáticas y una oferta multicultural que consolida su lema oficial: “Macao, un mundo en un destino”.










